Amenazas a la orden del día

Tenía un contrato con el Señor Roberto, que me arrendaba la casa  desde enero hasta diciembre de este año. Pero ayer llego y me dijo que le desalojara la casa en tres días. Sin motivo ni razones. Le dije que lo pensara y mañana hablaríamos.

Al día siguiente insistió. Le dije que fueramos a la comisaría a solucionar el asunto, pues había un contrato. Y el me dijo que si iba a la comisaría me enviaría a su gente armada a arreglar el problema.

Así vivimos cotidianamente en Tumaco, entre las amenazas de muerte por cualquier problema. La violencia es cotidiana, "los tiempos están difíciles y no se pueden reclamar pacificamente nuestros derechos" es la expresión de la gente. Amenazas, asesinatos, miedo. Un gran círculo vicioso, ¿Cómo salir de él?.

No trabajo para que no violen a mi hija

Con lágrimas en los Ojos, Doña Grimanelda me pregunta si tengo un minuto para escucharla. Me cuenta que ayer por la tarde, mietras ella estaba en el trabajo, un hombre entró en su casa e intentó violar a su hija de 11 años. Ella es cabeza de familia, una mujer afrocolombiana fuerte, acuerpada y que trabaja en la plantación de palma africana con más fuerza que un hombre. Por eso me sorprende verla llorar, contagia tristeza.

Hoy no fue a trabajar porque no quiere volver a dejar a su hija sola en casa, busca solución al problema, tal vez una vecina que aceptara tener a su hija en la casa desde que salga del colegio hasta que ella regrese. Dice que aquí en Tumaco la policía es tan ineficaz que ni siquiera merece la pena ir a poner la denuncia. Y todavía peor cuando estas cosas suceden en un barrio marginal, donde a la gente casi no la tienen en cuenta, dice ella.

Yo me pregunto:

¿Cuándo los hombres se convertirán en personas en vez de ser animales?

¿Cuándo el Estado se preocupará por los pobres y les hará justicia?

Estudio para tener trabajo

Doña Lucía tiene 34 años, es madre cabeza de hogar, tiene 4 hijos. Está estudiando en la escuela nocturna, este año comenzó primer grado.

Sí, este año decidí estudiar, pues hasta ahora no había tenido la oportunidad, criar cuatro hijos y sola es muy difícil. Mi esposo fue asesinado cuando el mayor mis hijos tenía solo cuatro años. Desde las siete de la mañana a las 7 de la noche vendo mangos en la puerta del colegio, y por eso me dieron ganas de estudiar, Ahora solo vendo hasta las seis, guardo mi mesa y entro al colegio, a ver si aprendo. Tal vez así pueda conseguir un trabajito. ¿Por qué en Tumaco hay tan poco empleo?, ójala este presidente pensara un poco más en Tumaco.

Situaciones que dan miedo

TENGO MIEDO. 30 julio 2010

Son las 8:00 de la noche y me encuentro a Yuri en la puerta de su casa, se asoma levemente y me dice: “acaban de matar a otro hoy (ya son tres). Mi papa acaba de llegar a casa, pasó en la moto y vió el cadáver. Siento mucho miedo, la cosa está peor que nunca, ¡tantos asesinatos!. ¿Qué está pasando en Tumaco?. Nadie está seguro. Yo no pienso salir de casa a partir de las 8:00 de la noche, es peligroso”.

¿Qué podemos hacer sin violencia a favor de la vida?

NO LOGRO SUPERAR EL ASESINATO DE MI HIJO. 22 Julio 2010

Doña Marta es una tumaqueña de las fieles a la Misa de 7:00 de la mañana, siempre leía una de las lecturas, pero desde que asesinaron a su hijo hace un año no volvió a leer en la Misa, “Yo no puedo, no logro recuperarme desde que asesinaron a Alfredo. Era el menor de mis hijos, no estaba metido en ningún mal negocio. El jefe de los paramilitares lo mató porque dijo que estaba coqueteando con su novia, esa gente hace lo que quiere y no les pasa nada. Aquí no hay ley. No tenía derecho a hacerme algo así. No se si algún día lograré recuperarme.” Y entre abundantes lágrimas se sienta en la banca de la Iglesia esperando que el sacerdote de inicio a la celebración.

¿Cómo consolar a Doña Martha?

¿Cómo podemos defender la vida?